La soledad se ha convertido en una de las grandes epidemias del siglo XXI. Aunque vivimos hiperconectados, nunca antes tantas personas habían confesado sentirse aisladas. Tal y como recoge el artículo publicado por El Mundo, una de cada seis personas en el mundo no tiene amigos y los efectos de esta soledad son comparables, según expertos en salud pública, a fumar 15 cigarrillos al día. Países como Japón o Reino Unido han creado incluso entidades específicas para combatir este problema social.
En España, el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada revela un dato sorprendente: los jóvenes de 16 a 24 años son los que más solos se sienten, superando incluso a los mayores de 75. El agotamiento, la falta de tiempo, el uso compulsivo de redes sociales y el debilitamiento de las comunidades tradicionales han creado una generación que lo tiene todo al alcance del móvil… menos vínculos reales.
Esta situación ha dado lugar a un mercado creciente de soluciones contra la soledad, desde cenas organizadas con desconocidos hasta convivencias intergeneracionales o aplicaciones para conocer gente. El artículo también menciona el auge de los “amigos virtuales”, como los chatbot Replika, Nomi o Pi.ai, que intentan suplir la falta de interacción humana ofreciendo conversaciones personalizadas mediante inteligencia artificial.
Pero entre todas estas propuestas, AlquiFriend destaca como la más humana y sorprendente. Creada en 2018 por el gaditano Jesús Sánchez tras mudarse a Málaga sin conocer a nadie, la plataforma permite alquilar un amigo para acompañar al cine, a comer, a un evento o incluso al médico. Lo que nació como una solución personal se ha convertido en un fenómeno internacional que ya funciona en 17 países de habla hispana y cuenta con casi 100.000 amigos de alquiler registrados.
Aunque su lema es que “una buena amistad no tiene precio”, las tarifas en la plataforma van desde 5 hasta 50 euros por hora. No obstante, muchos usuarios ofrecen compañía de forma gratuita, usándola como vía para integrarse en nuevas ciudades o ampliar su círculo social. Según el propio Sánchez, “hay gente dispuesta a pagar para que le acompañen al médico o a misa”, lo que evidencia el nivel de aislamiento al que hemos llegado.
Frente al auge de soluciones basadas en IA, alquiFriend devuelve protagonismo a la interacción humana real. No simula amistad: la facilita. En un momento en el que mucha gente pasa más tiempo hablando con una pantalla que con personas de carne y hueso, esta propuesta reivindica el valor insustituible de la compañía presencial.
El artículo de El Mundo concluye recordando que la tecnología podrá ofrecer compañía, pero sigue siendo nuestra responsabilidad decidir quién es un amigo de verdad. Iniciativas como alquiFriend demuestran que, en tiempos de soledad globalizada, la amistad real sigue siendo un refugio y una necesidad esencial.